Su nombre se mantiene bajo estricta discreción para proteger su vida. La ubicación del hogar que la acogió también. Es una de las “inquilinas” de las casas de acogida o refugio, creadas para albergar a las mujeres víctimas de violencia de género, mediante la ley 88-03.
María (nombre ficticio para proteger su identidad) llegó allí para preservar su vida y la de sus dos hijos de la amenaza verbal y física de su ex marido.
Permaneció 13 días en un refugio, en el que no solamente se le garantizó un techo y alimentación, sino también apoyo emocional a través de un equipo de especialistas.
Aunque quedó aislada de su hábitat normal, con el acceso a esta protección ejerció un derecho fundamental: la justicia, al denunciar el maltrato a que fue sometida por su ex pareja.
Con ella, sumaron 368 las mujeres que tuvieron que refugiarse en dos casas de acogida que dispone el Ministerio de la Mujer, aunque no han sido las únicas “inquilinas”, porque llevaron a sus hijos menores de 14 años, que totalizan 567 niños y adolescentes.
Cuando se compara por año, una curva ascendente muestran las estadísticas de mujeres maltratadas que se alojaron en esas casas, que pone en evidencia el auge registrado por la violencia de género en la República Dominicana, pero a la vez demuestra que las mujeres han tomado conciencia de las ventajas de no callar la violencia doméstica.
Más casas, una necesidad
El incremento de la demanda de protección también revela la necesidad de habilitar más viviendas para preservar la vida de las mujeres, pues en cinco años solamente se han puesto a operar dos.
El incremento de la demanda de protección también revela la necesidad de habilitar más viviendas para preservar la vida de las mujeres, pues en cinco años solamente se han puesto a operar dos.
La ministra de la Mujer, Alejandrina Germán, precisó que esperan abrir tres más el próximo año, una en el Este, una en el Sur y otra en el Cibao, de tal manera que se pueda contar con mayor espacio para darles el apoyo a las mujeres víctimas de violencia.
Para ello planteó que necesitan se amplíen los recursos dedicados a ese programa, con una mayor asignación presupuestaria.
“Necesitamos contar con más recursos en el presupuesto del próximo año para poder instalar otras casas, y que el fondo esté protegido, que no sea utilizado para ningún otro fin”, señaló Germán.