Ocho años después de la muerte del líder palestino Yasser Arafat, todavía sigue siendo una figura imponente en la sociedad palestina. Y no ha desaparecido del todo.
Imagínense esta escena: ustedes acaban de ir a su mercado local de frutas y verduras para comprar un paquete de papas, posiblemente un pimentón y un par de cebollas.
Ya están soñando con el picadillo de carne que van a preparar más tarde.
Y, de repente, detrás un montón de melocotones, aparece nada más y nada menos que Yasser Arafat.
Engalanado con su uniforme militar verde y su tradicional pañoleta de cuadros blancos y negros, Arafat deambula entre las multitudes y se detiene ocasionalmente para admirar los tomates cherry o un melón provocativo.
"Dos por cinco, Abu Ammar", le grita de pronto un comerciante.
Él utiliza el nombre por que el icono palestino es conocido acá de manera cariñosa.
Abu Ammar responde con un gesto de victoria y una sonrisa dientona, antes de pasar cerca de los repollos y calabacines para darse un apretón de manos con los compradores.
Pequeña celebridad
Y solo para que quedemos claros: esto fue hace apenas unos días, en Ramala, Cisjordania.
Entonces antes de que los amantes de las teorías de la conspiración empiecen a ponerse nerviosos -y ya habrá tiempo de sobra para eso más adelante- este hombre obviamente no es Yasser Arafat, quien regresó de entre los muertos.
Se trata, más bien, de Salem Smeirat, una pequeña celebridad por ser el hombre que muchos consideran es la mejor imitación de Arafat en Cisjordania.
Y se parece: tiene la misma nariz aguileña, los mismos labios, el brillo en los ojos.
A Salem se le puede encontrar con frecuencia en festivales palestinos con las multitudes, pero en esta ocasión le propuse que nos encontráramos en el mercado.
Me interesa saber qué piensa Salem de los planes actuales para sacar al verdadero Arafat de su tumba.
La Autoridad Palestina dice que planea exhumar el cuerpo en Ramala para investigar si fue asesinado, luego de que un documental de televisión reavivó las acusaciones de que Arafat fue envenenado al utilizar específicamente el elemento radiactivo polonio.
Tal vez curiosamente, las nuevas acusaciones no generaron mayor revuelo entre los palestinos.