Dedicarse hoy a los cuidados del hogar ha dejado de ser una cuestión sencilla, y puede desencadenar un cuadro que ahora tiene nombre: Síndrome del Ama de Casa, que implica depresión, ansiedad, culpa y sensación de vacío .
Quizás hayas abandonado tu carrera para dedicarte a la casa y a los niños, o tal vez te tocó uno de esos hombres que no quieren que trabajes .
La cuestión es que si para llenar tu sensación de vacío, terminaste por desarrollar una obsesión por la limpieza y el orden, tienes un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), que se observa en el desarrollo de un montón de rituales y manías con la limpieza .
En el sitio Web Psicología Clínica el psicólogo Ferran Martínez explica que “muchas amas de casa terminan por desarrollar este trastorno sin darse cuenta. Poco a poco, comienzan a dedicar cada vez más tiempo a la limpieza y todo lo que se relaciona con este aspecto les provoca un sentimiento de fuerte angustia y malestar. Estas sensaciones les llevan a limpiar y ordenar nueva y sucesivamente, porque con ello creen poder paliar el estado nervioso en que se encuentran inmersas .
Con la materialización de esta acción repetitiva, consiguen un sentimiento de tranquilidad, pero solamente de carácter momentáneo, ya que, inmediatamente, cualquier atisbo de desorden o suciedad vuelve a ocasionarles la misma sensación experimentada momentos atrás” .
Psicología Clínica aporta más datos: “A pesar de ser conscientes, en muchos casos, del carácter irracional de sus manías, los afectados no pueden evitar llevarlas a cabo, porque de este modo calman en primera instancia su angustia .