Según un estudio, su cerebro está “programado” para desactivar cualquier sensación de deseo después de la relación sexual. Además, la secreción masiva de un par de sustancias químicas lo lleva a conciliar el sueño muy fácilmente.
Explicación para mujeres y excusa para hombres. En esto pueden derivar las conclusiones de una investigación francesa que escaneó el cerebro de varios hombres antes y durante un orgasmo. Al parecer, la corteza cingulada y la amígdala, dos áreas de la materia gris masculina, dan la orden al resto del cerebro para desactivar cualquier sensación de deseo después de una relación sexual. Perfecto argumento masculino para acurrucarse y entregarse al sueño…
El estudio, publicado en la revista Neuroscience and Biobehavioral Reviews, también indicó que esto se ve acompañado por la secreción masiva de dos sustancias químicas, la oxitocina y la serotonina, que inducen un profundo sueño.