Unos 234 niños dominicanos en situación de riesgo y vulnerabilidad fueron recibidos en lo que va de año en centros especializados para el cuidado y la atención de los menores.
Los llamados Hogares de Paso, del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia, se enfocan en salvaguardar la vida y dar estabilidad emocional a chicos afectados por abuso sexual, maltratos físicos y abandono.
Según Natali Santana, encargada de esas instalaciones, la cifra actual, aunque alarmante, es ínfima en relación con los 785 casos del año anterior.
Tenemos hogares para niños de cero a cinco años de edad, y allí cuentan con el seguimiento de médicos, trabajadores sociales, psicólogos y abogados, y le damos prioridad a su escolaridad, puntualizó Santana.
En cuanto a los adolescentes, agregó, también tienen reforzamiento académico y acompañamiento con maestros pues los centros no cuentan con un profesor especialista para impartirles docencia.
Como promedio, un niño está entre uno y tres meses en el Hogar de Paso, sin embargo, al ser cada caso único, algunos permanecen en ellos un tiempo mayor.
El menor tiene un desarrollo adecuado en la familia, por eso tras darle asistencia médica y psicológica iniciamos los trabajos sociales para determinar a qué pariente podríamos otorgar su custodia legal, opinó Santana.
Después de empezar a vivir con una nueva familia, especificó, el niño o adolescente recibe seguimiento de trabajadores sociales para evaluar si los acompañantes reúnen las condiciones que garanticen sus derechos.
Los llamados Hogares de Paso, del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia, se enfocan en salvaguardar la vida y dar estabilidad emocional a chicos afectados por abuso sexual, maltratos físicos y abandono.
Según Natali Santana, encargada de esas instalaciones, la cifra actual, aunque alarmante, es ínfima en relación con los 785 casos del año anterior.
Tenemos hogares para niños de cero a cinco años de edad, y allí cuentan con el seguimiento de médicos, trabajadores sociales, psicólogos y abogados, y le damos prioridad a su escolaridad, puntualizó Santana.
En cuanto a los adolescentes, agregó, también tienen reforzamiento académico y acompañamiento con maestros pues los centros no cuentan con un profesor especialista para impartirles docencia.
Como promedio, un niño está entre uno y tres meses en el Hogar de Paso, sin embargo, al ser cada caso único, algunos permanecen en ellos un tiempo mayor.
El menor tiene un desarrollo adecuado en la familia, por eso tras darle asistencia médica y psicológica iniciamos los trabajos sociales para determinar a qué pariente podríamos otorgar su custodia legal, opinó Santana.
Después de empezar a vivir con una nueva familia, especificó, el niño o adolescente recibe seguimiento de trabajadores sociales para evaluar si los acompañantes reúnen las condiciones que garanticen sus derechos.
Fuente: PRENSA LATINA